Estos textos que presento en esta entrada provienen de una conferencia de Erick Fromm sobre la creatividad y los conflictos que hizo hacia 1970. El maestro humanista expresa sus ideas sobre la relación entre las formas de ser creativos y los conflictos vitales.

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Pintura titulada Aggression de Mikalojus Povilas Vilutis 1979.

A continuación el texto completo de Erick Fromm :

Antes de hablar de creatividad precisemos de entrada que esa palabra tiene dos significados. Distinguiremos la creatividad en el sentido de crear alguna cosa, susceptible de ser visto o escuchado por alguien – un cuadro, una escultura, una sinfonía, un poema, una novela, etc – de la creatividad como actitud, que es una condición previa a toda creación en el primer sentido definido arriba, pero que puede existir sin que ninguna innovación intervenga en el universo de las cosas.
La primera forma de creatividad, esta del artista, procede de un cierto número de factores, entre los cuales el talento, el estudio y el ejercicio, así como la existencia de ciertas condiciones económicas y sociales, ofreciendo el placer de desarrollar su talento.
Yo no empleo el término de creatividad (como característica del modo de ser de existencia) en el sentido de actitud creadora, o más exactamnete, la creatividad como aspecto del carácter.

Solo puede haber creatividad si estamos dispuestos a renacer día tras día. (…)

El ser humano está gobernado por una singular dicotomía. El tiene miedo de soltar una condición donde evoluciona en la certitud, mientras aspira a un nuevo estado donde podría desplegar y completar sus fuerzas más libremente.

El hombre está continuamente dividido entre el deseo de volver al vientre materno y el deseo de nacer enteramente en sí mismo.

Cada acto de nacimiento exige del hombre que tenga el coraje de soltar el vientre, el seno, el regazo maternal, después soltar las manos de su madre y, en fin, apartarse de todas esas certezas, para contar solo con su propia facultad a reconocer las cosas y a responder, es decir, sobre su creatividad.

Otra condición previa de la creatividad es la capacidad a aceptar el antagonismo (las ideas opuestas) , es decir, a no esquivar los conflictos y las tensiones – una idea que contrasta fuertemente con las otras corrientes de opinión mayoritarias teniendo tendencia, justamente a evitar los conflictos.

La educación moderna ahorra lo más que puede la experiencia de conflico al niño. La vida es fácil, todo el mundo es tolerante. Las normas éticas son aplanadas, pues la ocasión no se presenta – o poco – de experimentar, en el conflicto, el margen de maniobra comprendido entre el deseo y la norma.

El poder de molestia que le atribuímos frecuentemente a los conflictos hace que preferamos evitarlos. Sin embargo, el conflicto es fuente de asombro. El conflicto está en el origen de la fuerza de carácter, por eso se le llama simplemente “carácter”.

Evitar los conflictos es transformarse en una máquina con mecanismos bien engrasados, donde la emoción está inmediatamente aplanada, donde los deseos se han vuelto automáticos, donde los sentimientos se han nivelado.

No existen solo los conflictos de naturaleza personal y fortuíta, sino también los conflictos enracinados en la existencia humana. Yo pienso aquí en los primeros conflictos con los que tropieza el hombre y que proceden de su doble naturaleza : por un lado, el ser humano está unido al reino de los animales, puesto que, como los animales, el tiene cuerpo y necesidades, y que, como toda criatura viviente, está llamado a desaparecer; por el otro lado, el ser humano trasciende el reino animal y la naturaleza por la conciencia que tiene de sí mismo, por su imaginación y por su creatividad.

La actitud creativa, por Erick Fromm.

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