Daniel Moruno, temperas sobre cartulina.
Esta es la obra de Daniel, un pintor que dentro de un mes cumplirá los tres años.
Es una pintura auténtica, pintada por el solo.
¿Qué intenta expresar con esta pintura?
Ninguna idea, no ha habido ningún planteamiento, ni siquiera influencias. Daniel no tiene ni idea de lo que es el Action Painting, ni ha visto nunca obras de este tipo. Lo que el conoce es Pocoyó, Micky y Winnie de pooh. Pero no creo que estuviese pensando en ellos cuando pintó este cuadro.
¿Qué es entonces esta obra?
Pues es una toma de contacto con la pintura, una experiencia. Él ya sabia que con el pincel se va manchando el papel y lo que más le gustaba era ver la pastosidad de la pintura. Es un juego con pinceles y colores.
¿Es esto arte?
Yo creo que si porque es una creación. Pero hay que entender que es un tipo de arte infantil, inocente, sin objetivos artísticos ni intereses personales. No hay pensamientos. Es una obra vacía de muchas cosas pero lleno de otras como la espontaneidad, la casualidad, la curiosidad y la sensación, cualidades que no sería posible plasmar con la interrupción del pensamiento. Es un arte puro, agradable para quien lo realiza.
¿Es Daniel un artista?
Podríamos decir que no porque él no tiene conciencia ni de quién es el mismo ni de qué está haciendo. Pero también podríamos decir que sí pensando en que toda persona posee innata la capacidad y necesidad de expresarse, y que por lo tanto, todo el mundo lleva un artista dentro de si.
En mi opinión, Daniel no es un artista porque no tiene objetivos artísticos y que él estuviera pintando el día 22 de Mayo es una casualidad. Sin embargo, su obra sí que es artística, porque abarca lo que Daniel es, es decir, un niño, juguetón, divertido, alegre y curioso. Y poder plasmar en un papel estas cualidades humanas convierte su obra en un arte, el arte de los niños.
Pintura de Kandinsky
¿Y que pasa con Kandinsky, Jackson Pollock y otros artistas que pintar así?
En este caso pasa igual que con cualquier otro estilo. Hay artistas mejores, peores, que innovan, que copian, que se repiten o que incluso matan el estilo en si.
Los artistas del Action Painting original pretendían conseguir lo que logra un niño de tres años en cinco minutos, sacar su ser interior desconocido y crear con ello una pintura. Y eso para el arte fue una liberación y una recuperación de conceptos como la espontaneidad, las emociones, el acto de pintar en si mismo, la inocencia y el desinterés, pero también surge el descontrol, la agresividad, la obsesión y las represiones, entre otras cosas.
Cuando el Action Painting choca con la Productividad, el negocio, la edad adulta, la sociedad… entonces muere.
Este arte es en esencia el placer de pintar, con una técnica que todo el mundo puede realizar, y para desarrollar una expresión que debe nacer de dentro de cada persona. Por ello es muy aconsejable de vez en cuando y como terapia de vida, dejarse llevar por el niño que llevamos dentro y pintar sin pensamiento. Pintar por pintar.