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Lo que opinenPara que la opinión que tengan los demás sobre nuestras obras artísticas no nos afecte he desarrollado una idea. Consiste en saber visualizar los «marcos» dentro de los cuales se mueve la persona criticona.

Jose Antonio Marina habla sobre los «marcos de inteligencia» como un nivel o estado en el que se encuentra una persona. Por ejemplo, el marco de una fiesta es festivo y la gente hace bromas y tonterias. Si dentro de ese marco aparece una noticia muy seria, al estar en este marco festivo, más de una persona se reirá de tal noticia seria. Por lo tanto, conforme al marco entendemos como adecuada o no la actitud de alguien.

Con las críticas igual pero el marco se refiere a la propia mente de la persona criticona.

Es decir, si un conocido te hace una crítica, para comprenderla e incluso que no te afecte negativamente, hay que ponerse en el punto de vista del criticón, entrar con la imaginación en su marco de inteligencia.

Por ejemplo, si otro artista amigo (que es muy colorista)  te hace una crítica acerca de un cuadro cubista y grisáceo, se adivina o comprende que su crítica irá dirigida a la falta de colores.

Otro ejemplo que he visto muchas veces, ocurre por la antítesis en gustos entre quienes prefieren la simplicidad y los que prefieren la complejidad. Los artistas interesados en sintetizar criticarán el barroquismo y exceso de elementos de una pintura. A quienes les gusta la armonía y equilibrio, criticarán la variedad y el caos.

Una vez nos ponemos en el punto de vista del criticón y su «marco artístico-intelectual» podremos ver lógicas o no sus críticas.

Si vemos las críticas ilógicas nos costará más creer que hemos sido citicados con buena fe… y podemos empezar a pensar en lo más fastidioso de las críticas ajenas: «A éste le caigo mal» Cosa que puede ser muy cierta.

PENSAMIENTOS NEGATIVOS QUE DEBEMOS EVITAR

  1. Creer que el rechazo a la obra es un rechazo a nuestra propia persona.
    Si efectivamente lo es, el criticón debe decir claramente qué lo que no le gusta eres tu… si no lo hace, entonces no pensemos mal. Si acaba haciéndolo ya sabemos que sus críticas no nos van a servir de mucho artísticamente.
  2. Pensar que el criticón no tiene ni idea y no escuchar.
    Si una persona (no un autómata, mejor ignorar todo lo que digan los autómatas de la sociedad)… si es una persona, tiene una forma de sentir, de pensar, gustos personales, preferencias, etc. Tiene además, todo el derecho a estar en desacuerdo con nuestros gustos personales y preferncias. Sin embargo, su punto de vista, al oponerse al nuestro, puede ampliar nuestra mirada. Podemos intentar ver tal y como lo hace esta persona, pero quizás solo por curiosidad.

LA IMAGINACIÓN CRÍTICA

La imaginación individual de la gente expresa con las críticas lo que les gustaría que fuese y no ven. Esa imaginación volcada en la crítica, y que secretamente nos revela unos deseos e ideas sobre el propio arte, puede ser para nosotros una forma de inspiración y una forma de comprender qué es lo que conecta o no con las personas. Y con ello, estaremos aprendiendo las capacidades expresivas de algunos elementos visuales – artísticos.

Voy a poner un ejemplo de lo que digo:

En mi cuadro Safo aburrida hay un televisor con el mismo rostro de la chica en colores contrarios y chillones. Yo buscaba la expresión de aburrimiento y languidez. Como mi hermano es muy creativo detesta el aburrimiento que es precisamente de lo que trata el cuadro. Asi que el cuadro tampoco le gusta y me dice que cambie la imagen del televisor. Si yo busco sin embargo expresar el aburrimiento y vacio de la poetisa moderna… entonces será innevitable que no le guste, y le parece «un rollo de cuadro»…

MORALEJA

Las críticas se basan en deseos y gustos personales. Lo que una persona busca en el arte puede o no ser lo mismo que lo que expresa otra persona. Coincidir es la magia que tiene la comunicación artística, pero muchas veces no se puede dar.

Técnicamente, el artista debe ser siempre el primero en detectar sus propios fallos y debe luchar por resolverlos.

Las críticas a las técnicas puede o no servirnos personalmente. En mi opinión, suelen ser críticas de espectadores perfeccionistas y que no sirven para nada. Es decir, si efectivamente hay un dibujo mal hecho, un degradado con trompicones, o por ejemplo, un fallo en la aplicación de las sombras, pues debemos obligarnos a nosotros mismos, durante la realización de la pintura, a ver esos fallos. Y seremos nosotros con la actividad continua quienes logremos solucionarlos. Es nuestro ojo el que debe ver los fallos. Si no educamos a nuestro ojo a ver los fallos técnicos, dependeremos de los demás para ello y será un error.

Nuestros fallos técnicos relatan nuestro aprendizaje pictórico. Y no se deben confundir las críticas a las técnicas y las críticas a la expresión/ impresión /sensaciones.

En resumen:

Si critican tu técnica, Espabila!! deberías haberlo visto tú antes.

Si critican tu idea, Atención!! La inspiración ronda por las cabezas de ambos, espectador y creativo.

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