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A Gustav Klimt le gustaba sin duda hacer las cosas bien. Es decir, no solo pensaba las composiciones, los colores que iba a usar, los elementos exactos del cuadro y el conjunto, sino también los acabados. Y esto se debe a la gran influencia de una doctrina que hacia poco había empezado a desarrollarse. No me refiero al modernismo, que es un estilo, y como todo estilo, no es más que una forma de hacer las cosas. Sino a la nueva profesión del Diseño Gráfico. El diseño de carteles, de anuncios, de packaging, etc que ya estaba en pleno funcionamiento con fuerte nacimiento histórico en el Modernismo.


Un diseñador gráfico tiene una forma de crear distinta a la que tenían entonces aún los pintores. Toma un limitado número de elementos y los conjuga para crear una composición que presenta un tema. Esta forma de pensar la adoptó Klimt y se ve reflejado en las obras. Son pinturas de un diseñador con objetivos artísticos (no comerciales, que sería para presentar un producto, sino expresando temas humanos).

Esta mentalidad de Diseñador significa muchas cosas que resumo brevemente y ya desarrollaré en otra ocasión cuando hable de Estilos pictóricos específicos de diseño gráfico. Se resume en las siguientes matizaciones artísticas:

  1. La toma de conciencia de la fuerza de un estilo personalizado y en un principio la estilización (deformación consciente para aumentar la expresividad y que aleja de la representación). Conocimiento de los elementos gráficos.
  2. La creación y predominio de unas composiciones que presentan los elementos elegidos. Esto excluye la necesidad de crear un espacio natural y realista donde colocar las figuras, y por lo tanto, se libera la composición de las formas.
  3. El decorativismo como fuente de atracción.

Sin embargo, aunque Klimt realizó mucha obra gráfica y trabajos de diseño, tenía una gran voluntad artística. Sobretodo necesitaba expresar lo que algunos críticos han llamado “su obsesión con el sexo femenino”. Porque a él, más allá de la época que vivió, del Modernismo creciente, de la explosión de las Artes de esa época, y más allá de sus clientes y críticos, la mujer era sin duda la que le daba ganas de pintar.

Una de sus obras más famosas es Danae, de la que se puede leer mil críticas con las que, desde mi punto de vista como mujer, no estoy de acuerdo. A veces los críticos gastan cientos de líneas sobre el tema de un cuadro, que si el tema mitológico, que si las obsesiones sexuales y el órgano sexual masculino simbolizado por un cuadradito a la izquierda entre los adornos, que si se demuestra el egocentrismo femenino, que si la mujer es reducida a su sexo…. ¿?? Todo eso lo leí en unas 10 líneas y me parece todo una idiotez. Así que voy a hacer yo mi propia crítica del cuadro, para que un punto de vista femenino y de una persona artista aporte algo diferente a tanta crítica de quien no coge un pincel.

Crítica de Danae

Danae de Klimt

Esta obra está en la cumbre del estilo personal creado por un pintor con mucha experiencia y libertad. Diez años después moriría de un derrame cerebral con 56 años. En primer lugar, así pues, abría que decirle enhorabuena a Klimt y que te quiten lo bailao! Porque son las obras creadas para el goce de uno mismo las que más suelen triunfar.

Con su mentalidad de diseñador tenía que presentar dos elementos básicos de la leyenda griega: Danae y la lluvia de oro (Zeus) amando a la joven. Tema que encontró perfecto para su trayectoria artística.
La composición no es circular sino en espiral, para generar el movimiento hacia dentro de ella. Es una composición sencilla donde el encuadre de cerca le da toda la fuerza a la obra.

Los colores se reducen para destacar el cuerpo y el oro. Éstos son los dos elementos que definen el estilo de Klimt: Sexo y Riqueza. Estos dos elementos son los que configuran su creatividad erótica. Nos seducen las carnes y nos seduce el oro, las joyas, el glamour de los tejidos y los elementos decorativos siempre presentes.

La obra muestra, sin más, el acto sexual. Se concentra en un momento de éxtasis expresado con el rostro de la chica, y es su placer el que se expande y agrada a aquellas personas que aman el sexo, que no lo temen ni ven como tabú.

Otras obras de Klimt, erotizadas con mujeres desnudas y riquezas.

Serpientes de Klimt

Serpientes Marinas de Klimt.


Las tres edades de la mujer

Las tres edades de la mujer de Gustav Klimt.


El beso de Gustav Klimt

El beso de Gustav Klimt.


Vida y muerte de Klimt

Vida y Muerte de Klimt.


Joven Virgen de Klimt

La joven virgen de Klimt.

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