En Youtube uno puede encontrar de todo hoy en día, pero me ha sorprendido encontrar un video de mis pinturas muy bien montado por una chica llamada Magdalena. Supongo que es un buen ejercicio de montaje audiovisual y le agradezco su homenaje, que además, tiene una música muy alegre.

Sin duda alguna, a una persona se la conoce por sus obras y tras ver mis cuadros, Magdalena sabía que debía poner una música positiva y que de algún modo quedara acorde con los colores de las imágenes y los temas que yo pinto.

Este es el video:

TÉCNICA DE CRISTINA ALEJOS

Además, hace poco, una comentarista del blog me preguntaba sobre mi propia técnica o forma de crear la obra, y es un tema bastante inspirador y divertido.

¿Cómo me decido yo a pintar un cuadro?

Sobretodo teniendo en cuenta que mis horas dedicadas a pintura con como gotas de lluvia muy necesitadas en un desierto… pues debo aprovecharlas muy bien para que den fruto y no sean tiempo perdido.

Un resumen de mi forma de pintar, a modo lista, que me gusta más:

  1. Primero hay que conectar con las fuerzas positivas del Universo (lo que otros llaman Dios, ley de la atracción o La fuerza). Y así tomar conciencia de la importancia del tema pictórico que decido pintar. Siempre debe haber relación con la existencia, la grandeza de la vida, la belleza y lo bueno).
  2. Crear el boceto fiel. Este segundo punto es el más importante y peligroso.
    La idea ya está en mi mente, por lo que se trata de hacer un boceto y definir muy bien cómo será el cuadro. Esto debe hacerse rápidamente o la idea empieza a modificarse y deja de tener la calidad primera.
    Si por alguna razón el tiempo que necesito para plasmar el boceto de esta primera idea mental, no es suficiente, entonces la idea se deformará. Una vez deformada me decepciona y ya no puedo realizarla. Por eso es tan importante seguir la inspiración, encontrar el sitio y tiempo para preparar la idea y así, definirla bien antes de pintar.
  3. El tercer paso sería ponerse a crear la obra.
    Si tengo tiempo me pongo directamente, pues con la inspiración reciente no me da ningún miedo y tengo mucha energía.
    Lo malo es no tener tiempo, pues conforme pasan las horas la idea, aunque esté plasmada en un boceto, se deforma y se me escapa.
    El problema de la deformación consiste en cambios de color, posiciones en la composición y otros aspectos que solo la inspiración inicial ha decidido por puro instinto y después es la mente racional la que empieza a montarlo todo de nuevo, destruyendo así la verdadera obra. Lo que me da mucha rabia, y ya no suelo pintar nada que se haya deformado por lo menos un 20%.
    ¿Que cómo se que se ha deformado?
    Pues porque aunque la imagen mental ya no la tenga, el sentimiento inicial no se me va tan rápido. Es poco a poco, al ver la imagen cada vez más modificad cuando también el sentimiento, la ilusión, pasión, etc que provocan las ideas pictóricas, se van desvaneciendo también. Al final, por culpa del paso del tiempo y la mente racional, la idea muere.
  4. Continuar la obra es lo más fácil. Una vez el lienzo tiene la composición correcta, lo que hay que controlar son los colores y las pinceladas.
    Según el estilo que haya decidido pintar y los elementos del cuadro puedo necesitar organizar el tiempo dedicado a cada parte del cuadro para preparar mi paciencia al trabajo tedioso. Con lo que, si tengo que hacer un fragmento realista, lo preparo antes de ponerme con ese fragmento. Busco las fotos adecuadas, para ver la luz y sombras, o los tonos y colores.
  5. Finalizar la obra. Es una cuestión de armonía. No soy muy exacta ni hago demasiado realismo. Me gusta la impresión colorista, las formas libres y la imaginación, asi que no suelo torturarme con detalles realistas. Cuando hago detalles tipo hojas, lineas, texturas. u otros abstractos, suele ser más relajante que detallista.

Y eso es todo. No puedo hablar de una técnica exacta, aunque sin duda todo pintor tiende más a unos tipos de pinceladas y unas formas de dibujo, realmente pienso que debemos intentar pensar primero la técnica y hacerla después. Aunque sea la primera vez que hagamos una técnica, con dedicación y esfuerzo saldrá.

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